Periodo Edo -El Bakumatsu-

En el año 1853 empezaba el  Bakumatsu (Shogunato Tokugawa Tardío). Nombre que reciben los sucesos que comprenden los últimos años del periodo Edo, cuando el shogunato Tokugawa llegaba a su fin. Esta etapa está delimitada por los grandes acontecimientos ocurridos entre los años 1853 y 1867, cuando Japón terminó su política de aislamiento conocida como sakoku, y se produjo la transición del feudalismo bajo el mando de la figura del shogún, comenzando el período Meiji.


Cuando el comodoro Matthew Perry de la Armada de los Estados Unidos apareció en la Bahía de Edo con un escuadrón conocido como los “barcos negros” en julio de 1853, el bakufu entró en una situación caótica. El entonces presidente de los concejales mayores, Abe Masahiro fue designado como el responsable de tratar con los estadounidenses. Sin tener experiencia en el manejo de asuntos de seguridad nacional, trató de conciliar los deseos de los concejales de acordar con los extranjeros, los del emperador que quería mantener a los extranjeros fuera, y el de los daymio que querían ir a la guerra. Así, aunque careciendo de consenso, Masahiro decidió comprometerse aceptando las demandas del comodoro Perry para abrir el Japón al comercio exterior, al mismo tiempo que tomaba precauciones militares. El daño resultante al bakufu fue significativo. El debate sobre políticas de gobierno era usual y generaba críticas públicas. Masahiro comenzó entonces a buscar el apoyo de nuevos aliados por lo que realizó distintos consensos con los fudai, los shinpan y los tozama.


Abe Masahiro
    Matthew Perry
En marzo de 1854, la Convención de amnistía (o tratado de Kanagawa) mantuvo la prohibición al comercio, pero abrió tres puertos (Nagasaki, Shimoda y Hakodate) a los barcos balleneros estadounidenses que buscaban provisiones, garantizando un buen trato a sus tripulaciones y permitiendo que un cónsul de los EE.UU. residiera en Shimoda, un puerto al sureste de Edo. La oposición hacia Masahiro aumentó entre los círculos fudai, los cuales se oponían a abrir los consejos del bakufu a los daimyō tozama, por lo que fue reemplazado de su puesto y en 1855 fue nombrado presidente del consejo  Hotta Masayoshi. A la cabeza de la facción disidente se encontraba Tokugawa Nariaki, quien profesaba una fuerte lealtad al emperador aunado a fuertes sentimientos anti-occidentales y quien había sido nombrado a cargo de la defensa nacional en 1854.


   Hotta Masayoshi
Hotta Masayoshi perdió el apoyo clave de los daimio y cuando Tokugawa Nariaki, el más importante de ellos, se opuso al nuevo tratado, Hotta buscó el apoyo imperial, los oficiales de la corte, percibiendo la inminente debilidad del bakufu, rechazaron, acto que resultó en su renuncia y el repentino interés de Kioto y del Emperador en las políticas internas de Japón por primera vez en varios siglos. Cuando el shogún murió sin un heredero, Nariaki apeló a la corte para apoyo de su propio hijo, Tokugawa Yoshinobu, para shogún, un candidato favorecido por los daimio Shinpan y Tozama. Los fudai ganaron la lucha política instalando a Tokugawa Yoshitomi, arrestaron a Nariaki y a Yoshinobu, ejecutaron a uno de los líderes intelectuales del sonnō-jōi llamado Yoshida Shōin y firmaron tratados con los Estados Unidos y otras cinco naciones, terminando con más de 200 años de aislamiento.  A este acontecimiento también se le conoce como la "Purga de Ansei"



Con la Reforma Ansei de 1854-1856 se buscó fortalecer al régimen ordenando la adquisición de barcos de guerra y armamentos procedentes de Holanda, además de que se comenzó la construcción de nuevas defensas para los puertos. En 1855, una escuela de entrenamiento naval con instructores holandeses fue establecida en Nagasaki, una escuela militar de estilo occidental se estableció en Edo y para el año siguiente se comenzó la traducción de libros occidentales. El "Tratado de amistad y comercio EE.UU.-Japón" fue firmado en 1858 En un importante golpe diplomático,  Townsend Harris, consul de EE.UU que había señalado constantemente sobre el agresivo colonialismo de Francia y Gran Bretaña contra China en la actual Segunda Guerra del Opio (1856–1860), sugirió que estas naciones no dudarían en en ir a la guerra contra Japón también, a lo que los EE.UU. ofrecieron protección, a cambio de la ratificación de sus propuestas, entre ellas se incluía que se abrieran más puertos para representantes diplomáticos, comercio no supervisado en cuatro puertos adicionales y residencias extranjeras en Osaka y Edo. También se aceptó el concepto de extra-territorialidad (los extranjeros estaban sujetos a las leyes de su país y no las de Japón). 

La apertura de Japón al descontrolado comercio extranjero trajo consigo una inmensa inestabilidad económica, pues mientras que algunos empresarios prosperaban, muchos más quebraban. Desempleo y roce, así como también inflación, fueron algunas de las consecuencias. Los extranjeros también trajeron el virus del cólera a Japón, el cual rápidamente se expandió, creando una epidemia que ocasionó la muerte de cientos de personas.



Durante los años de 1860, las sublevaciones campesinas y disturbios urbanos se incrementaron. Varias misiones fueron enviadas al extranjero por el bakufu para aprender de la civilización occidental, revisar tratados desiguales, y retrasar la apertura de puertos al comercio extranjero. Estos esfuerzos fueron en gran parte un fracaso. La violencia hacia los extranjeros y aquellos con quienes comerciaban se incrementó a principios de 1860. Durante ese periodo, la agitación fue tal que aproximadamente un extranjero era asesinado cada mes, caos que alcanzo su punto cumbre durante septiembre de 1862, cuando ocurrió el llamado "Incidente Richardson", que forzaría a las naciones extranjeras a tomar acciones decisivas en orden de proteger sus intereses y garantizar la aplicación de lo propuesto en los tratados. En mayo de 1863, el consulado norteamericano en Edo también fue incendiado, hecho que finalmente hizo estallar a las naciones extranjeras.



La oposición beligerante a los occidentales pronto se convirtió en un conflicto abierto cuando el Emperador Kōmei, rompiendo con siglos de tradición imperial, comenzó a tener un rol activo en materia de estado y el 11 de abril de 1863 publicó, una Orden para expulsar a los bárbaros". Los dos cabecillas principales que siguieron la orden del emperador y la oposición al bakufu eran los clanes de Chōshū y Satsuma, los cuales estaban directamente involucrados en los ataques al comercio extranjero en Shimonoseki (Chōshū) y en el asesinato de Richardson (Satsuma) y debido a que el bakufu se había declarado incapaz de aplacarlos, las fuerzas aliadas decidieron montar expediciones militares por su cuenta.



Algunos extremistas que visualizaban al emperador como símbolo de unidad incitaron a diversos sectores de la sociedad a la violencia en contra del shogunato, de las autoridades de los distintos dominios feudales y en contra de los extranjeros. Durante los años 1863 y 1864 se sucedieron distintas batallas entre las fuerzas armadas de Gran Bretaña, los Países BajosFrancia y los Estados Unidos contra la oposición japonesa.El desenlace de un nuevo conflicto conocido como Guerra Anglo-Satsuma llevó a un nuevo tratado para ampliar las concesiones comerciales en 1865 pero Yoshitomi no era capaz de hacer frente al poderío militar de los países occidentales.Como este continuaba sus esfuerzos de modernización, los daimios  occidentales (especialmente Satsuma y Chōshū) también continuaron una intensiva labor de modernización para poder construir un Japón más fuerte y establecer un gobierno más legitimo bajo poder imperial.


                               batalla de shimonoseki
La Princesa Imperial Kazu-no-Miya Chikako  quien había sido entregada como esposa al shogún Iemochi trato de mantener la paz incitando a las negociaciones, más a la muerte del shogún en 1866 estas relaciones terminaron por completo y las formalidades de la alianza creada por el matrimonio se disolvieron, atrayendo a más miembros de la corte (que hasta entonces se oponían a la rebelión por honor a la unión) a unirse al movimiento de restauración meiji (modernización del pais) lo que a agudizo aún más las presiones.Tokugawa Yoshinobu se convirtió en el nuevo shogun. Este intentó reorganizar el gobierno debajo del Emperador mientras que preservaba el papel de Shogun.  Finalmente en 1867 muere el Emperador Kōmei y es sucedido por su hijo menor, el Emperador Meiji.


Finalmente en 1869 dio comienzo una guerra civil de un año de duración, llamada la Guerra Boshin ("Guerra del Año del Dragón") entre los partidarios del gobierno del shogunato Tokugawa en el poder y la facción que pretendía la devolución del poder político a la corte imperial. 


     Tokugawa Yoshinobu, El ultimo Shogun de la historia de Japón
La alianza entre clanes del sur, especialmente de  Chōshū y Satsuma, y funcionarios de la corte consiguió asegurar el control de la corte imperial e influyó al joven Emperador Meiji. Tokugawa Yoshinobu, al darse cuenta de la situación decidió abdicar del poder en favor del emperador. Yoshinobu esperaba que con ello el clan Tokugawa pudiera preservarse y tuviera la oportunidad de participar en el futuro gobierno. Sin embargo, movimientos militares de las fuerzas imperiales, violencia partidaria en Edo y un decreto imperial promovido por Satsuma y Chōshū que abolía el gobierno del clan Tokugawa, llevó a Yoshinobu a lanzar una campaña militar con el objetivo de tomar la corte del emperador en Kioto (Batalla de Toba-Fushimi). La ventaja militar rápidamente estuvo del lado del bando imperial, el cual estaba relativamente modernizado. Después de una serie de batallas que culminaron con la rendición de Edo, Yoshinobu se rindió personalmente. El gobierno supremo del Emperador se extendió a todo el país, completando la fase militar de la Restauración Meiji. Los partidarios de los Tokugawa recibieron clemencia y a muchos líderes del shogunato se les concedieron posiciones de responsabilidad dentro del nuevo gobierno.



Al fín el bakufu  había sido abolido, y Yoshinobu degradado al rango de un daimio común. Aunque la resistencia continuó en el norte durante el año 1868 y las fuerzas navales del bakufu bajo el mando continuaron sosteniéndose por otros seis meses en Hokkaidō, donde fundaron la breve República de Ezo; este desafío terminaría con la batalla de Hakodate, después de casi un mes de lucha. El periodo Edo terminó con el fín del bakufu y el shogunato Tokugawa, que no acabó simplemente por sus fallos en el gobierno. La intrusión de los extranjeros ayudaron a precipitar una compleja lucha política entro el bakufu y la coalición  anti-bakufu.  
Aunque Japón fue capaz de adquirir y refinar una amplia variedad de conocimientos científicos, el rápido proceso de industrialización de los países occidentales durante el siglo XVIII crearon por vez primera un gran diferencia en términos de tecnología y armamento entre Japón y el resto de los países industrializados forzando al país a abandonar su política de aislamiento.

Fuente de Información: Wikipedia

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