En Tokyo, junto a la estación de Shinjuku, a pocos metros de la salida Oeste, encontramos Omoide Yokocho, que significa "camino de los recuerdos", una estrecha calle que una vez se llenó con la actividad de miles de pequeñísimos restaurantes con un ambiente similar a la película Blade Runner.
En Japón, después de la segunda guerra mundial, mucha gente vivía en la pobreza y aparecieron gran cantidad de mercados en los que se iniciaban numerosos negocios y en los que la gente podía comer a precios baratos.
Poco a poco la situación mejoró y estos mercados comenzaron a perder importancia. Eran lugares oscuros y no muy limpios y a medida que la economía ser recuperaba, la gente podía comer en mejores lugares, aparecieron los grandes centros comerciales y descubrieron nuevas cocinas ,sobre todo la europea
Apareció el Tokyo moderno, Omoide Yokocho se salvó de la demolición y de la aparición de los grandes rascacielos, ya que está situada junto a la importante estación de Shinjuku. Llegó a ser muy popular sobretodo por los estudiantes ya que ofrecía buena comida y bebida a buen precio. Pero no solo se acercaban por el precio, sino por el ambiente festivo.
La comida fue mejorando, pero los pequeños restaurantes no lo hicieron. Situados en casas de madera de no muy buena calidad. Algunas cayeron por culpa de los terremotos, otras se incendiaron y hoy en día la calle es una muestra de lo que en su día fue con apenas 200m, pero sigue siendo un lugar que hay que visitar.
Omoide Yokocho es una callejuela muy estrecha en la que a penas caben dos personas una al lado de la otra, es oscura, pero está iluminada por preciosos farolillos. La calle está llena de locales muy pequeños, en algunos caben a penas 4 personas, tienen las ollas y las parrillas junto a la calle, humeando y alimentado ese ambiente mágico.
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