Pintura de Japón.




La pintura de Japón (Kaiga) abarca una amplia variedad de géneros y estilos. El verdadero desarrollo de la pintura japonesa ocurriría en el período Heian, con el surgimiento del estilo  Yamato-e, en el cual destaca la pintura sobre rollos de pergamino conocida como (emaki).
El Yamato-e está, basado en temas nativos de la literatura tradicional de china y caracterizado por el uso de tonalidades fuertes. Sus obras están acompañadas por textos que relatan narrativas y que muestran la belleza de la naturaleza a través de lugares famosos (meisho-e), y de las cuatro estaciones (shiki-e)


En la era Muromachi se enfatizaría la pintura monocromática en tinta, la cual poseía influencia de la cultura chinaEn la era Edo floreció la escuela de pintura decorativa Rinpa que se centraba en temas tradicionales.


Japón pasó por un período de constantes guerras entre los años 1467 y 1568 (período Sengoku). Las guerras de poder entre los daimyō, o señores feudales, terminó después de que el país fuera unificado. Tokugawa Ieyasu, quien resultó victorioso, estableció su shogunato, cerró el país a todo contacto exterior.

Trasladó la capital de Kioto a Edo (hoy Tokio), por lo que templos, palacios, y mansiones se construyeron allí. Este periodo supuso una etapa de paz y prosperidad tras las guerras civiles, Edo creció y se convirtió en el núcleo de una próspera clase media,  llamada chōnin, formada por comerciantes y artesanos. Los chōnin crecieron rápidamente en poder e influencia  y su riqueza les permitió crear su propia cultura y una importante industria especializada en cerámica, productos textiles, textos ilustrados y estampas.


La nueva prosperidad se tradujo en un aumento del consumo de arte, especialmente de las estampas que retrataban la vida urbana y los ambientes de ocio. Fue una época lúdica, donde se valoraba el esparcimiento, la diversión, el relax, todo lo que hacía la vida agradable. Había una sensación como de flotar en una nube, de dejarse llevar por el placer, fue entonces cuando en Edo, así como otras ciudades, surgió un estilo de vida que se conocería como ukiyo, «el mundo flotante», el cual contaba con su propio arte y literatura.


La aparición de esta nueva clase propició la creación de la escuela Ukiyo-e («estampas del mundo que fluye»), desarrollada alrededor de la técnica del grabado, fue un estilo plebeyo, urbano, que inspirándose en escenas populares les otorgaba una belleza extraordinaria. En sus raíces del Ukiyo-e era utilizado para ilustrar  libros de historia y novelas, pero se convirtió luego de por sí, en impresos de una sola página. 


Esta forma de arte alcanzó su mayor grado de popularidad en la cultura de Edo durante la segunda mitad del siglo XVII, originándose con los trabajos de Hishikawa Moronobu, que comenzó a realizar xilografías, monocromas, de un solo color, denominadas sumizuri-e, sobre los barrios del placer y las cortesanas. En el siglo XVIII Suzuki Harunobu desarrollo una técnica de impresión policroma para producir nishiki-e, una estampa que se crea grabando un taco de madera diferente para cada color, y haciéndolos servir después uno tras otro. 


En el aspecto técnico, un gran innovador fue Okamura Masanobu, que introdujo el uso del color carmín, mezclado con índigo y amarillo, estilo denominado beni-e («cuadro rojo»). Más adelante, añadió a la tinta cola de huesos para conseguir un efecto más brillante, creando el urushi-e («cuadro brillante»). Por último, introdujo efectos de perspectiva a la manera occidental (uki-e).

El Ukiyo-e era accesible dado que podía ser producido de forma masiva. En su mayoría adquiridos por habitantes que no tenían el dinero suficiente como para comprar una pintura original. El tema original de los ukiyo-e era la vida de la ciudad, particularmente actividades y escenas de lugares de entretenimiento. Cortesanas hermosas, robustos luchadores de sumo y actores populares eran representados realizando actividades atractivas. 
Pronto comenzó la especialización en diversos géneros dedicados a temas específicos, como el yakusha-e (cuadros de actores) como género que retrataba el mundo alegre y desenfadado de los actores de teatro, especialmente el kabuki.
El bijin-ga (cuadros de mujeres hermosas), representaba a geishas y cortesanas en actitudes íntimas y escenas de tocador. 

El okubi-e, genero de retratos con las facciones algo exageradas, caricaturescas. 


Una de las últimas variantes fue el musha-e («cuadros de guerreros»), que representaba escenas históricas, principalmente de lucha de samurais. 


Otra variante fue el shunga, que tiene como tema principal el sexo. Shunga significa «imágenes de primavera», siendo «primavera» un eufemismo para el sexo. Las escenas describían relaciones sexuales de todo tipo, incorporando en ellas a los más variado de la sociedad japonesa de entonces, como a los miembros de la clase comerciante, samuráis, monjes budistas e inclusive seres mitológicos. La mayoría de los trabajos contenían escenas esplícitas donde parejas mantenían relaciones sexuales. En la gran mayoría de las obras los personajes aparecen total o parcialmente vestidos.
La gran mayoría de los ilustradores de ukiyo-e realizaron este tipo de imágenes debido, entre otras razones, a que obtenían bastante dinero, incluso a pesar de alguna prohibición. Esto les llevaba a no firmar sus trabajos, pero para que la gente supiera el autor, se ponían sobrenombres o señales escondidas en sus obras, que eran identificables para su público. Las tipologías más comunes son:
-Shunga emaki: rollos con formato horizontal.
-Soroimono y kumimono: Álbumes ilustrados que solían contener 12 imágenes. Los kumimono tenían una escena introductoria para el resto de las estampas, los soroimono tenían un título común que era impreso en todos los grabados.
-Enpon: Eran libros eróticos baratos. Muchos se imprimían en blanco y negro, y otros se llevaban a versiones en color. Casi siempre combinaban una sección de imágenes al principio con un  texto después de una historia erótica.
A diferencia del  ukiyo-e, el shunga no acostumbraba a producirse como láminas sueltas. Las láminas que hoy en día se se venden pertenecían a algún álbum que fue desmontado. En 1842, como parte de las reformas Tenpō, las imágenes de cortesanas, geishas y actores fueron prohibidas. Sin embargo, las imágenes con dichos motivos resurgieron nuevamente cuando estos fueron permitidos otra vez. En 1853 el comodoro Matthew Perry llegó a la bahía de Edo con una flota de barcos, y dio plazo a Japón para que rompiera el aislamiento en un año, con la amenaza de que si negaban su petición  Edo sería asediado por sus cañones. Cuando regresó en 1854, fueron recibidos sin ninguna resistencia por el shogunato, que aceptó sus demandas, dando por terminado  la política de aislamiento que rigió Japón por más de dos siglos. 
Durante los primeros años del nuevo gobierno Meiji se prohibió el Shunga. Esta restricción marcó el final de su , aunque ocasionó la aparición de un mercado negro. Su concepción  ha ido cambiando en la última década de modo que este tipo de obras son toleradas al ser clasificadas como eróticas. La pintura japonesa sufrió un cambio profundo debido a que el gobierno japonés promulgó una campaña de occidentalización fomentando la pintura Yōga en con un enfoque en la cultura europea. Esta tendencia perdió fuerza a medida que surgió un género artístico opuesto que buscaba recuperar las raíces culturales japonesas que se habían debilitado y que se lo denominó Nihonga. A pesar de las diferencias  de ambos movimientos a finales de la era Meiji los dos géneros iniciaron un proceso de síntesis.



En 1868, Japón abrió sus puertas a las importaciones de Occidente, incluyendo técnicas fotográficas y de impresión. Los colores de plantas naturales utilizados en el Ukiyo-e fueron remplazados por colorantes químicos importados de Alemania. A pesar de que el Ukiyo-e, siendo remplazado  por la fotografía, fue pasando de moda en Japón durante el bunmei-kaika (movimiento japonés de occidentalización), éste se convirtió en fuente de inspiración en Europa para el Cubismo y varios otros artistas impresionistas y modernistas. Esta influencia fue llamada el Japonismo.
El ukiyo-e se continúa produciendo hoy en día. Los impresos son hechos mediante el siguiente procedimiento:
  • El artista elabora un dibujo principal hecho en tinta.
  • Los artesanos pegan este dibujo, mirando hacia abajo en una plancha de madera, cortando y retirando las áreas blancas del papel, dejando este dibujo -que está al revés- como una impresión en relieve sobre el bloque, pero destruyéndose el dibujo en el proceso.
  • Esta plancha es entintada e impresa, elaborándose así copias muy semejantes al dibujo original.
  • Estas impresiones son alternadamente pegadas boca abajo a las planchas, y aquellas áreas del diseño que van a ser impresas con un color en particular se dejan en relieve. Cada una de estas planchas imprime al menos un color en el diseño final.
  • El conjunto resultante de planchas de madera se entintan en distintos colores y son secuencialmente impresas en el papel. La impresión final contiene las impresiones de cada una de las planchas, algunas de ellas impresas más de una vez para obtener la intensidad correcta del color.


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