KANTO MATSURI
Este festival se celebra todos los años del 3 al 6 de agosto, su parte más importante consiste en un desfile nocturno en el que los participantes al son de los tambores taiko, flautas y gritos de "dokkoisho, dokkoisho", hacen equilibrios con grandes Kanto.
Un Kanto es una vara de bambú con varios farolillos colgando de papel iluminados con velas. Se compone de varias partes:
Arriba de todo encontramos los gohei, ofrenda a los dioses sintoistas hechas de tiras de papel.A continuación están los postes flexibles hari-to de donde salen otros postes perpendiculares yokodake de los que se cuelgan los farolillos.
La primera fila de farolillos se compone de 2 farolillos en los que hay escrito el nombre del grupo en uno, y la palabra tanabata (nombre de una festividad que se celebra el mismo día) en otro. La segunda fila tiene 4 farolillos con la insignia del grupo.
Desde la tercera fila hasta la octava hay 6 farolillos por fila también con la insignia del grupo. La última y novena fila esta compuesta por cuatro farollios con la insignia de la comunidad.
El poste central se llama oyadake y en el se añaden extensiones tsugidake a medida que avanza el festival para dar mas espectáculo, normalmente entre 4 ó 5.
Hay varios tipos de Kanto;Los grandes se llaman owaka y tienen 12 metros, 50 kilos y 46 farolillos grandes . Le siguen los medianos llamados chuwaka de 9 metros, 30 kilos y 46 farolillos medianos. Detras de estos están los pequeños llamados Kowaka de 7 metros, 15 kilos y 24 farolillos pequeños, y por último los "minikanto" Yokawa, para los niños que empiezan a practicar desde pequeños, con 5 metros, 5 kilos y 24 farolillos muy pequeños
Los participantes mantienen en equilibrio los kanto de varias maneras como pueden ser: sobre la palma de la mano, la frente, el hombro y la cadera. Es espectacular ver como pueden aguantar una vara de bambú tan grande mientras van haciendo equilibrios con abanicos.
El origen del festival data del siglo XVIII para pedir a los dioses una buena cosecha. La región de Akita es conocida por sus cereales, especialmente por su calidad de arroz. Al hacer equilibrios con los kanto con farolillos encendidos se alejan los malos espíritus y se consigue además de una buena cosecha buena salud.
A principios del siglo XIX el festival comenzó a tomar la forma actuar de desfilar por las calles llevando el kanto. En 1931 por primera vez se celebró el concurso de habilidad kanto que se sigue celebrando en la actualidad del último día del festival.
El desfile nocturno transcurre por la calle chuo de la ciudad de Akita, donde los diferentes grupos se distribuyen a lo largo de la calle con 250 kantos. El principio del festival es espectacular ya que los grupos se reparten en silencio transportando los kantos sin levantarlos, al estar cada uno en su sitio suena una señal, empieza la música y todos levantan sus kanto al mismo tiempo. Digno de ver.
Sobre los lados de la calle, hay unos cables que frena a los kanto en el caso de que los participantes pierdan el equilibrio, cosa que paso donde estaba yo viéndolo, incluso se llego ha enganchar el kanto con un árbol.
Los participantes visten una chaqueta corta hanten, pantalones cortos tako, cintas en la cabeza hachimaki, calcetines tabi y zapatillas tradicionales zori.
A parte del desfile nocturno durante el día podemos ver demostraciones de kanto en la Agora plaza, al lado de la estación JR Akita y en el parque Senshu.
Yo llegué a Akita por la tarde para ver el desfile nocturno. En está ocasión no tenía asiento reservado así que como llegué unas horas antes de que empezará el desfile pude encontrar sitio sentado en el bordillo de la acera. El festival fue espectacular y por desgracia en las fotos no se puede apreciar lo que vi en directo. Es un festival mágico creado por el ambiente de mas de 10.000 farolillos que iluminan la avenida acompañados de la música de los taiko y las flautas.
Casi al final del desfile llovió con fuerza y no se pudo terminar, apenas faltaban unos 15 minutos así que se suspendió. El desfile dura unos 90 minutos así que por suerte solo llovió al final.
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