El Manga


Manga (漫画) es la palabra japonesa para designar a la historieta en general. Fuera de Japón, se utiliza exclusivamente para referirse a las historietas niponas. Abarca una amplia variedad de géneros, y llega a un público muy variado. Constituye una parte muy importante del mercado editorial de Japón y motiva múltiples adaptaciones a distintos formatos: series de dibujos animados (anime), o de imagen real, películas, videojuegos y novelas. En el manga las viñetas y páginas se leen de derecha a izquierda, al igual que en la escritura japonesa.



Hokusai Katsushika, un representante del ukiyo-e (pintura tradicional japonesa), acuñó el término manga combinando los kanji correspondientes a informal (漫 man) y dibujo (画 ga). Literalmente «dibujos caprichosos» o «garabatos» . Pero los inicios del manga moderno no se debieron al arte del período Edo, sino a la expansión de la influencia cultural europea en Japón.

La expansión de las técnicas europeas se tradujo en una producción lenta pero segura por parte de artistas  japoneses como Rakuten Kitazawa, cuya historieta Tagosaku to Mokube na Tokyo Kenbutsu  se considera el primer manga  moderno, aunque, igual que en Europa, el uso de globos de diálogo que ya era habitual en Estados Unidos  todavía no se había generalizado.


Tras la rendición de Japón en la segunda guerra mundial el entretenimiento emergió como industria respondiendo a la necesidad psicológica de evasión ante una cruda posguerra. La falta de recursos de la población requería de medios baratos de entretenimiento, y la industria tokiota de mangas basados en revistas vio surgir competidores como  Las bibliotecas de pago, que producían sus propios mangas en forma de revistas o tomos de 150 páginas, y Los libros rojos, tomos de doscientas páginas de papel de baja calidad en blanco y negro, cuyo rasgo característico eran sus portadas en color rojo y su bajo precio. Esta industria pagaba a sus artistas sueldos próximos a la miseria, pero a cambio les otorgaba una amplia libertad creativa.
    Osamu Tezuka, un estudiante de medicina veinteañero apasionado de  Disney, cambiaría la faz de la historieta nipona con su primer libro rojo: La nueva isla del tesoro, que vendió de súbito  800.000 ejemplares, gracias a la aplicación de un estilo cinematográfico que descomponía los movimientos en varias viñetas y combinaba este dinamismo con abundantes efectos sonoros.


    El éxito de Tezuka lo llevó a las revistas de Tokio, Manga Shōnen (1947), la primera revista infantil dedicada al manga, y en la que Tezuka publicó Astroboy. En estas revistas impuso sus relatos y diversificó su producción en múltiples géneros, de los que destaca el manga para chicas. Osamu Tezuka, había puesto los pilares de la industria del manga y anime contemporáneos y sería recordado como el dios del manga.


    Las revistas de manga eran todas infantiles, entonces las bibliotecas crearon un manga orientado hacia un público más adulto: el gekiga. Abandonaron el estilo de Disney por otro más realista abriendo géneros más violentos o sensuales como el horror, las historias de samuráis, yakuzas, el erotismo, etc



    Con el comienzo del auge económico, el pueblo nipón exigía más manga. En respuesta, una de las principales editoras de libros, Kōdansha, se introdujo en 1959 en el mercado de revistas con la Shōnen Magazine que cambió la pauta de periodicidad mensual a semanal, multiplicando la producción e imponiendo a los autores el aumento de la productividad laboral, aunque con sueldos millonarios. Pronto, otros grupos editores como Shueisha, se le unirían. Este sistema de producción sacrificaba el color , la calidad del papel y la sofisticación temática, pero aumentaría vertiginosamente las ventas hasta cifras astronómicas, convirtiendo al manga en el medio de comunicación más importante del país.



    En 1988, gracias al éxito de la versión cinematográfica de Akira, basada en el manga homónimo  publicado en 1982 en la revista Young Magazine de la editorial Kōdansha, la difusión internacional del manga comenzó a aumentar de forma explosiva. El gran éxito de esta película en Occidente venía precedido de una tradición en aumento de emitir anime japonés en las cadenas de televisión europeas y norteamericanas. Ya en los años 60, Fuera de Japón se había emitido series de anime como Astro Boy o Mazinger Z.


    Otro de los autores más relevantes en este apogeo de finales de los ochenta y principios de los noventa, fue el mangaka Akira Toriyama, creador de las famosas series Dragon Ball y Dr. Slump. Este fenómeno fue más marcado en España, donde Dragon Ball vendió tantos ejemplares que se la considera la historieta de origen extranjero más vendida de la historia. En el propio Japón, la revista Shōnen Jump, en momentos puntuales, especialmente cuando coincidía con episodios decisivos de la serie Dragon Ball,  llegó a aumentar su tirada semanal en 6 millones de ejemplares.


    Al día de hoy el manga  se ha consolidado en la sociedad occidental debido al éxito cosechado durante las décadas pasadas, dejando de ser algo exclusivo de un país para constituirse en un fenómeno comercial y cultural global.

    El manga en Japón es un auténtico fenómeno de masas. Ya en 1989, el 38% de todos los libros y revistas publicados en Japón eran de manga. Como se puede suponer por esta cifra, el manga no es sólo cosa de jóvenes. Hay manga para todas las edades, profesiones y estratos sociales. El manga erótico y pornográfico (hentai) supone una cuarta parte de las ventas totales.


    Y en cuanto a las revistas de manga,  hay que decir que sus tiradas son espectaculares: Al menos diez de ellas pasan del millón de ejemplares semanales. Shōnen Jump es la revista más vendida, con 6 millones de ejemplares cada semana. Shōnen Magazine le sigue con 4 millones.  Las revistas de manga son publicaciones semanales o mensuales de entre 200 y 900 páginas en las que concurren muchas series distintas que constan a su vez de entre 20 a 40 páginas por número. Estas revistas suelen estar impresas en papel de baja calidad y en blanco y negro con excepción de la portada y usualmente algunas páginas del comienzo.



    Si las series mangas resultan ser exitosas se publican durante varios años. Sus capítulos son recogidos en tomos de unas 200 páginas conocidos como tankōbon, que recopilan 10 u 11 capítulos que aparecieron antes en revista. El papel y las tintas son de mejor calidad, y quien haya sido atraído por una historia concreta de la revista la comprará cuando salga a la venta en forma de tankōbon. Las revistas cuestan en torno a 200 o 300 yenes y los tankōbon cuestan unos 400 yenes




    Es habitual que los aficionados al manga, en lugar de usar clasificaciones por género, clasifiquen las historietas en función del segmento de población al que se dirigen. Para ello usan términos nipones como los siguientes:
    • Kodomo manga, dirigido a niños pequeños;
    • Shōnen manga, a chicos adolescentes;
    • Shōjo manga, a chicas adolescentes;
    • Seinen manga, a hombres jóvenes y adultos.
    • Josei manga, a mujeres jóvenes y adultas.
    • Hentai manga, de temática pornográfica.
    Fuente de Información: Wikipedia

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