Hansei

Hansei (反省) es una idea central de la cultura japonesa, que significa el reconocimiento de los propios errores como base para la mejora. También significa el reconocimiento del éxito con modestia y humildad. Parar de hansei significa parar de aprender. Con el hansei uno nunca llega a estar tan convencido de su propia superioridad, que no puede dejar abierta la posibilidad de mejora. Parte de esta idea se resume en la frase «el enemigo de mejor, es lo mejor», que alude a un estado final inamovible, en vez de un proceso de mejora continua.

Han (反) significa “cambio”, “darle la vuelta a algo”, “ver algo de forma diferente”, y Sei (省) significa “revisar”, “autoexaminarse”. La traducción típica de la palabra completa hansei (反省) suele ser “reflexión” o “introspección”. Todos los humanos practicamos el hansei en mayor o menor medida, un ejemplo claro de hansei se observa en los políticos japoneses que tras un acto de corrupción aparecen en público para pedir perdón y desaparecen a continuación de la escena pública, pero después de unos años regresan con la seguridad de que han aprendido la lección. 

En las empresas japonesas es una práctica común para un administrador esperar hansei de sus subordinados en caso de errores, veamos con un ejemplo de qué forma lo aplica Japón en su sociedad y la diferencia con occidente.

El jefe de una empresa convoca a sus empleados a una hansei-kai, una reunión para “hacer hansei. Este empieza la reunión diciendo que el fallo que han tenido fue muy grave y que no puede volver a pasar. En realidad ese fallo fue solo culpa del empleado Tanaka sanEl caso es que con la mentalidad occidental, pensariamos “Si todos sabemos que fue una irresponsabilidad de Tanaka-san la que cometio el fallo, el que tiene que reflexionar sobre lo sucedido es Tanaka-san y no nosotros".  



Cuando el jefe termina el sermón, les pregunta a cada uno porqué piensan que han fallado y qué medidas deben tomar para que no volviera a suceder. Los empleados responden sin mencionar a Tanaka-san, hablando sobre todo de los cambios que se podría introducir  para mejorar. Cuando le toca el turno a Tanaka-san, se disculpa brevemente asumiendo su responsabilidad y a continuación explica en qué había fallado él y que medidas iba a tomar para que no volviera a ocurrir. 

Al final de la reunión, el jefe recopila las lecciones aprendidas y les dice que mandará un email con las conclusiones y cambios que deben introducir en su forma de trabajo en grupo. Más tarde, el jefe explica lo ocurrido al presidente, asume él toda la responsabilidad del fallo de sus empleados (Sin mencionar a Tanaka-san en ningún momento). Tanaka-san nunca volvera a cometer el mismo fallo y ninguno de los demás empleados tampoco, gracias a la reunión de hansei-introspección-reflexión se mejora como equipo.
El objetivo no era que se disculpara Tanaka-san o echarle la culpa, el objetivo principal de la reunión era mejorar todos juntos, hacer kaizen. Nuestra mentalidad occidental, ante una situación similar, seguramente  el equipo tendería a echarle la culpa a Tanaka-san y según el carácter de este, quizás le echaría la culpa a otro, subiría la tensión en las relaciones del grupo hasta que se olvidara la sucedido o hasta que volviera a suceder lo mismo.
En nuestras culturas, influenciadas por la tradicción cristiana, tenemos inculcado desde pequeños, las ideas de culpa y pecado. Cuando hacemos algo mal, el sentimiento de culpa nos atormenta y a veces no lo queremos aceptar. En cambio, Japón es una sociedad en la que el mayor temor no es la culpa, sino la vergüenza. Tanaka-san sintió vergüenza por haberle fallado al grupo, el  equipo también sintió vergüenza por haberle fallado al jefe, y el jefe sintió vergüenza por haber fallado a sus empleados y por haberle fallado a la empresa.


Todos nos equivocamos, pero según nuestra personalidad y según la cultura en la que nos hemos educado nuestra primera reacción es diferente. La primera reacción de los japoneses suele ser, un profundo sentimiento de vergüenza. Este sentimiento es manejado a continuación a través de hansei, reflexión, instrospección sobre lo ocurrido, siendo plenamente consciente de lo ocurrido y compartiendo la equivocación con su grupo. En otras culturas lo primero que sentimos es culpa e intentamos hacer todo lo posible por ocultar nuestro fallo, para que se entere el mínimo posible de personas.
Para conseguir “conocerse mejor a uno mismo”, después de sentir vergüenza, el proceso de hansei se podría dividir en tres fases:
  • 1.- Reflexión, introspección, responsabilizarse.
  • 2.- Reconocer que hay un problema. Indentificar el origen de las diferencias entre lo que se deseaba conseguir y lo que realmente se ha conseguido.
  • 3.- Comprometerse a realizar una serie de cambios para mejorar.
A los niños japoneses cuando hacen algo incorrecto se les regaña diciendo hansei shinasai “反省しなさい” (¡Haz hansei!). Sólo con decir eso, los niños/as ya saben en el subconsciente que deben responsabilizarse, reconocer, explicar el problema y que deben cambiar en el futuro para no volver a cometer el mismo error. No es cuestión de castigar al niño y hacerle sentir culpable, es cuestión de hacerle ver que nadie es perfecto y que siempre podemos mejorar como personas si nos lo proponemos.
Aunque hayamos cumplido con todas las expectativas, aunque las hayamos superado, seguramente lo podríamos haber hecho incluso mejor. Siempre estamos en un proceso contínuo de mejora. Si en una empresa americana se celebra  cuando en un proyecto se han superado las expectativas, en una empresa japonesa también se celebra pero en muchas ocasiones también se reunirían para analizar cómo se podría haber hecho incluso mejor. Toyota es una de las empresas más rigurosas aplicando hansei. Siempre están haciendo reuniones hansei-kai ya sea porque las cosas van bien o las cosas van mal. Están contínuamente reflexionando sobre sus procesos e intentando analizar qué se puede mejorar, en Toyota dicen “No tener problemas, es un problema”.
En occidente nos gusta fardar enseñando lo que hemos hecho bien. En Japón, aunque también se celebran las cosas bien hechas, se intenta casi siempre no destacar mucho y ser humildes. En occidente esperamos que nos recompensen ante un buen trabajo, ante algo bien hecho, en Japón esperas a que te digan o a que te pregunten cómo lo podrías haber hecho incluso mejor.

Fuente de Información: Wikipedia

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